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SANTO DOMINGO. – La leyenda del béisbol de las Grandes Ligas y Lidom, Rico Carty, falleció a los 85 años después de pasar dos semanas en el hospital por problemas intestinales.
Fue llevado a un hospital de Atlanta por sus hijos, donde permaneció desde que fue ingresado.
El fallecimiento de Carty se produce dos meses después de la muerte de Osvaldo Virgil, el primer jugador dominicano en formar parte de un roster de la MLB.
“Con el corazón roto, la familia Carty lamenta informar a todos nuestros familiares, amigos y conocidos que nuestro padre, el señor Ricardo Adolfo Jacobo Carty (Rico Carty), perdió la batalla anoche. Fue un guerrero hasta su último aliento”, anunció su familia en un comunicado.
Carty jugó en la MLB durante la mayor parte de las décadas de 1960 y 1970 y es mejor conocido por su tiempo con los Bravos. En la Liga Dominicana con Estrellas (7 años), Licey (5), Escogido (2), Águilas (1) desde 1959-60 a 1979-80.
En Lidom en 547 juegos anotó 263 carreras, 562 hits, 401 sencillos, 92 dobles, diez triples, 59 jonrones, 292 remolcadas, 330 bases por bolas,214 ponches y 13 robos.
“Pocos jugadores en la historia de la franquicia conectaron con los fanáticos de los Bravos como Rico Carty”, decía un comunicado del equipo.
Su número 20 fue retirado por Estrellas Orientales. Ingresado al Pabellón de la Fama Dominicano en 1989; Jugador Más Valioso en 1966-67, 1967-68 y 1973-74; Campeón Bate del 1967-68.
Fue a tres Series del Caribe con Licey (70,77) y Águilas (78), en 20 juegos bateó de 74-25 (.338), con 13 anotadas, 15 sencillos, tres dobles, siete jonrones, 18 remolcadas.
“Un favorito de los fanáticos casi instantáneamente después de que el club llegó a Atlanta desde Milwaukee en 1966, Rico dejó una marca indeleble en la organización de los Bravos”.
Fue el Jugador Más Valioso de la Serie del Caribe de 1977 efectuado en Venezuela cuando disparó cinco jonrones alcanzando 28 bases y logrando un slugging de 1.333 imponiendo marcas en esos tres renglones que no han sido superadas.
Líder en remolcadas con diez, dobles con tres y colíder en carreras anotadas con seis, completando de esa manera la mejor cosecha ofensiva para una serie de la historia. El equipo dominicano, Tigres del Licey, se coronó campeón invicto. Es inmortal de la CBPC desde 1996.
En 34 juegos con los Tigres de Aragua en la LVBP, agotó 125 turnos, 26 anotadas, 49 hits, 6 dobles, un triple, 13 jonrones, 32 impulsadas, 18 transferencias, 13 ponches y promedio de .392.
La máxima producción de jonrones de Carty en la Liga Dominicana fueron (9) dos veces, en 1966-67 con las Estrellas Orientales y en 1973-74 con Águilas Cibaeñas.
Jugó para Cafeteros de Córdoba en la Liga Mexicana en 122 juegos bateando para .354 (401-142), con 61 carreras, 33 dobles, once dobles, 72 remolcadas, 92 bases por bolas y 30 ponches en 1974.
Carty ganó el título de bateo de la Liga Dominicana de 1967-68 (.350) y llevó a Estrellas al título de la temporada regular y al campeonato de los playoffs.
Tres semanas después de los entrenamientos de primavera de 1968, le diagnosticaron tuberculosis. Si bien la enfermedad “no era tan grave como se sospechó al principio”, Rico se quedó fuera de los Bravos por la temporada.
Cuando se presentó a los entrenamientos de primavera de 1969, un Carty rejuvenecido empató el liderazgo del equipo en bateo (.333) durante la primavera, pero una dislocación de hombro lo puso en la lista de lesionados el Día Inaugural.
Rico Carty siguió siendo un héroe en su tierra natal, a donde durante sus días como jugador, regresaba a la República Dominicana casi todos los años para jugar béisbol invernal.
“Le debo mucho a mi país”. Se retiró como el líder de jonrones de todos los tiempos de la Liga Dominicana (59). Ese récord fue eclipsado, pero la leyenda de Carty sobrevivió.
No llegó a Cooperstown, pero está consagrado en tres Salones de la Fama, los que honran a los héroes del béisbol caribeño (clase inaugural de 1996), el béisbol latino (2011) y el de los Bravos de Atlanta (2024).
Fue un general honorario del Ejército dominicano, y una vez pensó que había sido elegido alcalde de su ciudad natal hasta que un recuento demostró lo contrario.