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Para Gian Guzmán, asumir la gerencia de operaciones de béisbol de las Águilas Cibaeñas no es simplemente un cargo administrativo.

Es un reto personal, una misión de vida y una oportunidad única de servir al equipo de su ciudad natal.

Con experiencia en el béisbol internacional como director de scouting para Latinoamérica de los Cachorros de Chicago, Guzmán llega a la pelota invernal dominicana con una visión clara: trabajar con disciplina y perseverancia para devolverle gloria al club amarillo.

“No puedo decir que es fácil, pero tampoco difícil, porque si digo que es fácil, entonces no estoy trabajando a la manera correcta, pero si digo que es muy difícil estoy cogiendo mucha presión”, expresó al referirse al desafío que representa dirigir las operaciones del conjunto más ganador de la pelota criolla.

El joven ejecutivo destaca que en este tipo de trabajo la clave no es improvisar, sino mantener constancia y enfoque.

“Esto es un trabajo de mucha consistencia, mucha perseverancia, de muchas horas de trabajo con los coaches, el grupo de operaciones”, explicó, resaltando la importancia de la coordinación entre los distintos departamentos del equipo al ser entrevistado por Luis Tomas Rae para Grandes en los Deportes.

Su vínculo emocional con la organización no pasa desapercibido. Guzmán, de 35 años, es nativo de Santiago y entiende el peso histórico y cultural de las Águilas en la región.

“Lo más importante de todo, es que este es uno de los retos más grandes que he tenido en mi vida, ya que sé lo que es la organización de las Águilas Cibaeñas”, confesó, dejando entrever la mezcla de responsabilidad y orgullo que lo mueve.

La conexión personal va más allá del terreno de juego. “Soy nacido en Santiago y es mucho lo que significa para mí y mi familia y para la fanaticada completa el cómo nos comportemos para este invierno y el futuro”, dijo, consciente de que cada decisión trasciende y se convierte en parte de la identidad deportiva de la ciudad.

También quiso dejar claro que los resultados no llegan por azar, sino como consecuencia de un plan de trabajo bien diseñado.

“El éxito no viene por suerte o de la nada, el trabajo que venimos haciendo desde el primer día de mi gerencia es lo que nos llevará al éxito”, aseguró, convencido de que la disciplina diaria marcará la diferencia en la temporada.

El doble rol que desempeña —con los Cachorros en las Ligas Menores y con las Águilas en la Lidom— le brinda una perspectiva amplia sobre el desarrollo de jugadores y el manejo de equipos.

Esa experiencia internacional, sumada a su identidad local, le otorgan un perfil único dentro de la dirigencia del béisbol dominicano.

Con el inicio de la temporada invernal a la vuelta de la esquina, Guzmán se prepara para afrontar el reto con la misma pasión que caracteriza a la fanaticada cibaeña.

Su mensaje es claro: las Águilas deben trabajar con disciplina y unidad, porque solo así podrán escribir un nuevo capítulo dorado en su rica historia.