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Santo Domingo. Los Tigres del Licey detuvieron su mayor racha de derrotas de la temporada al vencer 4-1 a los Gigantes del Cibao en el Estadio Quisqueya Juan Marichal, logrando afianzarse en el tercer puesto de la tabla de posiciones al colocar su récord en .500 (16-16).
Jugadores del Partido
Steve Moyers realizó su mejor salida de la temporada al lanzar seis entradas en blanco de solo tres hits, una base por bolas y cinco ponches. El refuerzo azul consiguió su primera victoria de la temporada y la acreditó al trabajo en equipo.
“Solo quería ejecutar la mayor cantidad de picheos posibles para ayudar al equipo a ganar. El equipo pudo apoyarme ofensivamente y la defensa realizó un gran trabajo”, expresó Moyers.
“Mayormente utilice mi cutter y slider que se me había un poco difíciles en los últimos partidos, pero trate de buscar strikes y con una buena comunicación con el receptor pude lograrlo. Pero más que el tipo de lanzamientos, la clave fue el plan de juego que traté de ejecutar”, agregó.
Por su lado, Ramón Hernández fue el héroe ofensivo de los Campeones Nacionales y del Caribe tras conectar su primer cuadrangular de la temporada y remolcar dos de las cuatro carreras de los Tigres ante el derecho Antonio Santos.
“Estaba buscando la recta era lo que más estaba localizando el lanzador, me había dejado atrás con dos rectas, pero finalmente la fui a buscar y gracias a Dios conecté el cuadrangular”, señaló el inicialista campeón.
La actuación de Hernández pudiera representar un punto de inflexión en su temporada en la cual no ha podido cumplir con las expectativas.
“La clave es confiar en mí, esta es una liga difícil pero me mantengo trabajando y gracias a Dios hoy salieron los resultados”, agregó Hernández.
“En estos momentos es donde se sabe cuáles son los equipos de verdad. Nosotros siempre nos mantuvimos positivos apoyándonos. Sabemos el equipo que somos y la confianza se mantiene en cada uno de los compañeros”, subrayó.
Enfoque ante la adversidad
El capataz de los Tigres habló sobre cómo maneja la parte mental de los jugadores cuando pasan por un momento difícil con tal de no permitir que sus jugadores se presionen por una mala racha.
“Simplemente les dejo saber que solo tienen que salir al terreno y dar lo mejor de sí. No es un secreto que no hemos jugado a la altura, pero las cosas pueden cambiar. Aun sin jugar nuestro mejor béisbol estamos en una buena posición”, destacó Offerman.