En un evento sin precedentes la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC) se reunió en el mes de agosto del año en curso en la ciudad de Miami, Estados Unidos, para definir una ruta estratégica ejecutiva que deberían seguir tanto la CBPC como sus ligas miembros durante los próximos dos años “para apuntalar el liderazgo de la CBPC en Latinoamérica, su presencia en otras latitudes e incrementar la rentabilidad y atractivo de su principal producto: la Serie del Caribe”.

Independientemente de las conclusiones arribadas y las innovaciones puestas en marcha, como la ampliación de nuestro mercado y esfera de incidencia con la incorporación a partir del año 2020 de las ligas de Colombia, Nicaragua y Panamá, esta experiencia en sí misma resultó de vital importancia para despertar la conciencia y llamar a la reflexión de todas las ligas miembro de la CBPC en relación con la necesidad imperiosa de renovarse, incluso en algunos casos, como el nuestro, de transformarse, para poder caminar a la par con la CBPC en la consecusión de su nueva estrategia ejecutiva.

La modernización, el crecimiento y desarrollo de cualquier colectivo será directamente proporcional a la sumatoria de los resultados de los esfuerzos estratégicos de sus miembros. Orgánicamente la CBPC, bajo el liderazgo de nuestro Comisionado, ha hecho lo que le corresponde, y usando el argot beibolístico podemos decir que “se ha relevado a sí misma”. Corresponde, pues, ahora a cada una de las ligas miembros hacer lo que toca; en primer lugar, contribuir con sus mejores esfuerzos a la implementación de las conclusiones y decisiones adoptadas en la Primera Convención de Miami 2018; y, en segundo lugar, avocarse a definir en cada caso una ruta estratégica que tienda a su fortalecimiento y a la elevación de todos los aspectos propios de su actividad, tales como institucionalidad, gobernanza, operatividad y comercialización, sin dejar de mencionar el reforzamiento de sus lazos relacionales entre sí, con la MLB, con la MiLB, con la WBSC y otras entidades relacionadas.

En el momento actual que vive la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom) y siguiendo el plan estratégico de la actual gestión, corresponde dirigir la atención y los mejores esfuerzos, sin descuidar el resto de la agenda, a fortalecer el valor de las marcas, signos distintivos y otros derechos de propiedad intelectual de nuestro producto, en relación con la propia Liga como entidad y con los distintos equipos que la componen.

En el sentido antes expresado, y sin lugar a dudas, me atrevería a asegurar que la presencia de alguno de nuestros presidentes de equipos en la Primera Convención de Miami 2018 ha resultado en el punto de partida para que nuestra Junta de Directores a la fecha haya iniciado pasos definidos y concretos en procura de los fines antes expresados, entre los que cabe destacar la protección legal de sus marcas, tanto nacional como internacionalmente, así como la definición de planes, políticas y procedimientos de mercadeo y comercialización.

En el primero de los aspectos, es decir, la protección de sus marcas, la Junta de Directores de Lidom ha dispuesto la contratación de servicios legales especializados para la identificación de la problemática y la implementación de procesos de solución. Y en el aspecto relativo a la definición de políticas de mercadeo y comercialización, ha dispuesto para los primeros días del mes de diciembre la celebración de un taller en Santo Domingo con la participación de los presidentes, comercializadores y encargados de mercadeo de la Liga y de cada uno de los equipos, y con la guianza de nuestro estimado amigo Omar Canizales, Presidente de la Liga Mexicana de Béisbol del Pacífico, quien con mucha disposición ha aceptado compartirnos las experiencias del caso de éxito de la LMBP y ayudarnos a identificar metas y proyectos.

En Lidom estamos esperanzados en un porvenir promisorio para cada una de nuestras ligas, los equipos que la componen y para la CBPC. Trabajemos juntos hombro a hombro, compartamos nuestras dificultades para superarlas y nuestros éxitos para reproducirlos.

He tenido siempre la convicción, y así lo he dicho públicamente, de que nuestros equipos, nuestras ligas y la propia CBPC, manejan una actividad ajena que es el béisbol, que pertenece a los fanáticos, quienes viven la pasión del juego, asisten a los estadios, siguen las transmisiones e interactúan en las redes y se cambian más fácil de partido político o de profesión que de equipo de béisbol. Con eso en mente y entendiendo, además, que somos también el puente entre las marcas que apoyan nuestros eventos y el público que las consume, sigamos trabajando para fortalecer la calidad del espectáculo que ofrecemos y la correcta valoración del producto que somos.

Fuente: Confederación de Béisbol del Caribe