Yordan Álvarez se está adueñando de este octubre.
Y cada vez asombra más el repunte que ha tenido el poderoso toletero cubano, quien sufrió tanto durante la derrota de Houston ante los Bravos de Atlanta en la pasada Serie Mundial.
Álvarez volvió a lucir su bate para descargar un jonrón de dos carreras que significó la ventaja en el sexto episodio ante Luis Castillo, y los Astros se impusieron el jueves 4-2 sobre los Marineros de Seattle, para ampliar a 2-0 su ventaja en la serie divisional de la Liga Americana.
“Lo llamo ‘Grande'”, dijo a la agencia AP, el manager Dusty Baker, quien pronunció el mote en español. “Responde a lo grande. Nos encanta tenerlo en el plato. A él le gusta llegar en los momentos grandes. Su concentración y disciplina son notables para la edad que tiene”.
El cubano fue el héroe del primer juego, con su garrotazo de tres carreras ante Robbie Ray, el último ganador del trofeo Cy Young de la Americana, cuando había dos outs de la novena entrada.
Aquel batazo dio a Houston una victoria por 8-7 en un encuentro que los Astros perdían por cuatro.
En el pasado Clásico de Otoño, en que Atlanta se coronó tras seis duelos, Álvarez bateó sólo para .100 (de 20-2), sin jonrones y con seis ponches.
Ahora, mientras todos hablan de él, se pidió al pelotero de 25 años que describiera sus virtudes en la caja de bateo.
“Yo diría que soy inteligente”, respondió. “Cuando voy al plato trato de visualizar el tipo de resultados diferentes que podría obtener cuando bateo. Si todo sale de acuerdo con el plan, el resultado es positivo”.