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Un fuerte aguacero acompañado de ráfagas de viento sorprendió la tarde-noche de este jueves a los residentes de San Francisco de Macorís, dejando a su paso calles anegadas, viviendas con filtraciones y el aplazamiento de actividades deportivas y recreativas.

La lluvia, que se prolongó por casi una hora, cayó con intensidad sobre distintos sectores de la ciudad, provocando inundaciones momentáneas en zonas de baja altitud y dificultando el tránsito vehicular.

El fenómeno climático también afectó directamente el Dia Inaugural de la temporada 2024-25 de la Liga Dominicana de Béisbol Profesional (Lidom),  en el Estadio Julián Javier.

Las condiciones del terreno quedaron completamente encharcadas, lo que impidió la realización segura del partido pese a los esfuerzos del personal de mantenimiento por preparar el campo.

Esta suspensión representa un hecho significativo en el historial reciente del estadio, ya que fue la primera posposición de un juego del Licey en San Francisco de Macorís desde el 26 de noviembre, en una temporada en la que las precipitaciones también interrumpieron siete compromisos.

San Francisco de Macorís, sede de los Gigantes del Cibao desde 1996, había amanecido bajo un panorama mayormente nublado, con temperaturas que rondaban los 23 grados Celsius.

Durante gran parte del día predominó la calma, pero al caer la tarde la humedad aumentó considerablemente, y la presencia de una vaguada sobre el nordeste del país generó las condiciones ideales para el desarrollo de tormentas locales y descargas eléctricas.

De acuerdo con los reportes de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), la combinación de calor, humedad y un sistema frontal débil provocó el fuerte aguacero que afectó la región.

Las lluvias fueron acompañadas por ráfagas de viento que tumbaron ramas y levantaron toldos en algunas zonas céntricas de la ciudad.

Aunque no se reportaron daños mayores, las autoridades locales exhortaron a la población a mantenerse alerta ante posibles crecidas repentinas de ríos y cañadas.

En cuanto a los antecedentes históricos, este fue el juego número veinte que se pospone en la casa de los Gigantes del Cibao en los últimos veinte años, de los cuales 17 se deben a las condiciones climáticas y tres a cancelaciones administrativas o de calendario.

Este patrón de interrupciones refleja la vulnerabilidad del calendario beisbolero ante los frecuentes aguaceros del otoño en la región nordestana.

Para las primeras horas de la mañana del viernes, los modelos meteorológicos señalan la posibilidad de lluvias dispersas entre las 8:00 y las 10:00 a.m., especialmente en zonas del centro y norte de la provincia Duarte.

Las autoridades de la Liga Dominicana de Béisbol (Lidom) y del conjunto local informaron que el juego será reprogramado una vez se evalúen las condiciones del terreno y las previsiones climáticas.

Mientras tanto, el personal del estadio trabaja en el drenaje del campo para garantizar que el próximo compromiso pueda disputarse con normalidad. Los fanáticos deberán estar atentos a los comunicados oficiales que se emitirán a través de los canales del equipo y de la liga.

https://www.youtube.com/live/EWdhAU_P9Cc