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El 23 de septiembre de 1956, Osvaldo Virgil hizo su debut en las Grandes Ligas con los Gigantes de Nueva York, convirtiéndose en el primer jugador nacido en República Dominicana en la MLB.
“Ese 23 de septiembre siempre estará en mi memoria, porque ese día fui protagonista de un gran logro histórico, sin precedentes en el deporte dominicano”, recordó Virgil en su biografía.
Tenía 24 años aquel muchacho soñador que disfrutaría de nueve temporadas en el mejor beisbol del mundo, además abriría las puertas para muchos que llegarían detrás.
“Todavía recuerdo la sangre corriendo furiosamente por mis venas y la adrenalina casi ahogándome en mi primer día en las mayores”, dijo Virgil a ESPNdeportes.com recientemente.
Sixty-two years ago today, Ozzie Virgil became the first native of the Dominican Republic to play in the big leagues. His legacy still runs deep throughout baseball. Photo: Osvaldo Salas https://t.co/lvlHJfwSYI pic.twitter.com/sZbv51vPxn
— National Baseball Hall of Fame and Museum ⚾ (@baseballhall) September 23, 2018
Eran otros tiempos, y sin lugar a dudas, eso fue todo un hito. Eran tiempos de racismo, de xenofobia y de mucho más, y aun así, se impuso a la adversidad y alcanzó pisar los diamantes más prestigiosos del planeta.
“Las emociones fueron indescriptibles”, le dijo Virgil a Guerrero sobre sus primeros momentos en el campo de Polo Grounds como jugador de Grandes Ligas. “Lo que había soñado desde pequeño y por lo que tanto había trabajado desde que llegué a Nueva York en 1947, superando tantos obstáculos, era una realidad”.
Todo comenzó en la derrota de los Gigantes, en juego de domingo por la tarde de 2-6 ante los Phillies en Polo Grounds en Manhattan. Virgil jugó en la tercera base y se fue de 3-0.
“Hacía mucho calor y estábamos jugando el último partido de una serie de tres contra Filadelfia. Me colocaron en tercera base y me fui de 4-0, pero me sentí como si hubiera terminado 4-4”, destacó Virgil.
On this day in 1956, Osvaldo "Ozzie" Virgil made his MLB debut with NY Giants. 1st MLB player from the Dominican Republic 🇩🇴 pic.twitter.com/Hbbdl2wVhh
— Enrique Rojas/ESPN (@Enrique_Rojas1) September 23, 2017
El debut de Jackie Robinson con los Dodgers de Brooklyn en 1947 como el primer afroamericano en jugar en la MLB se considera un evento clave en la historia de la liga.
“Él significa mucho”, comentó la superestrella de los Padres, Juan Soto. “Fue el primer dominicano que llegó a las Grandes Ligas y abrió las puertas para muchos dominicanos, y no solo para los dominicanos, para todos los jugadores latinos”.
Nueve años después de que Jackie rompiera la barrera racial la República Dominicana vio a uno de los suyos no solo hacer historia, sino poner a toda una nación en el camino de cambiar el panorama del béisbol para siempre.
“Virgil debería ser para mi país tan importante como [Jackie] Robinson [lo es] para los afroamericanos”, dijo el bateador de los Medias Rojas de Boston, David Ortiz. “Colocaría su legado a la altura del de aquellos que establecieron nuestra república… Si no estuviera jugando béisbol, lo más probable es que estuviera trabajando en mi país. Doy gracias a Dios todos los días por abrirme las puertas de las Grandes Ligas”.
Mario Emilio Guerrero en su “Yo, Virgil, Mi Historia”, Virgil contó que recibió una llamada directamente del dueño de los Gigantes, Horace Stoneham, quien le informó que lo convocaban para los últimos días de la temporada de 1956, un debut que se retrasó un día debido a que el auto de Virgil estaba estacionado en el lado equivocado de su calle en Nueva York y fue remolcado.
“La República Dominicana probablemente podría haber enviado a varios jugadores a las Grandes Ligas antes de que Ozzie Virgil hiciera su debut en 1956”, escribió Kathleen O’Brien, escribiendo en el Fort Worth Star-Telegram en 2004, “pero la discriminación racial todavía era la norma”.
Virgil, jugaría dos partidos más para los Gigantes en 1956, yéndose de 8-5 con un doble, un triple, dos carreras anotadas y dos impulsadas en una doble cartelera de fin de temporada contra los Filis.
“Me abrió puertas”, dijo Soto. “Se siente genial, se siente increíble. Pude conocerlo hace un par de años y fue simplemente genial”.
Bateó .235 en 96 juegos para Nueva York en 1957, y un año después, el hombre apodado “Orégano” se convertiría en el primer jugador de color en jugar para los Tigres de Detroit en 1958.
“Nunca esperé jugar en las Grandes Ligas este año”, indicó Virgil al Detroit Free Press después de su ascenso. “Me había resignado a otro año en las menores. Francamente, estoy completamente sorprendido”.
Virgil pasó la temporada de 1957 con los Gigantes. Durante la campaña, Bill Roeder, periodista deportivo del New York World-Telegram y del Sun, lo describió como un tipo de voz suave, “educado y bien parecido”.
Para entonces, ya había quedado claro que Virgil no tenía madera de estrella. Roeder añadió: “Hasta donde sabemos, no es culpa de Ossie ni de nadie más que le cueste tanto atraer la atención. Parece ser un buen jugador de béisbol, pero no del tipo que causa una gran impresión”.
Virgil tenía 14 años cuando su familia se mudó a Nueva York en 1947. Los Gigantes lo contrataron por un bono de 300 dólares en 1953 y nunca ganó más de 18.000 dólares en una temporada durante su carrera.
“Sin duda, sus méritos son mayores, incluso el doble”, dijo el comisionado de béisbol de la República Dominicana, Junior Noboa.
Noboa quien es un veterano de partes de ocho temporadas en las Grandes Ligas, un ejecutivo de los D-backs de larga data y un ex manager y gerente general de varios equipos en la Liga Invernal Dominicana (Estrellas,Toros, Gigantes, Escogido, Licey).
“Recuerdo que cuando éramos jóvenes, verlo entrenar en las Grandes Ligas también nos abrió puertas. Dijimos, ‘Wow, no solo tenemos la oportunidad de ser jugadores, sino que el talento dominicano también puede verse como entrenadores, managers’”.
Nacido en el pueblo de Monte Cristi, República Dominicana, en 1932, Virgil, quien ahora tiene 92 años, se mudó con su familia a Nueva York cuando era adolescente, asistió a la escuela secundaria en el Bronx, sirvió en la Marina de los Estados Unidos y luego fue firmado por los Gigantes en 1952, un año antes de su debut en las Ligas Menores.
“Yo había sido ascendido de las menores dos o tres días antes, y sabía que sería el primero de mi pequeño país en llegar a la mejor liga de béisbol del mundo. Pero lo que nunca sospeché es que con el tiempo, se convertiría en algo común.
Después de jugar partes de nueve temporadas con los Gigantes, Tigres, Atléticos de Kansas City, Orioles y Piratas, se retiró en 1969.
Virgil fue coach durante mucho tiempo en el nivel de las Grandes Ligas, primero para los Gigantes, Expos, Padres y los Marineros, mientras era manager en Lidom y la LVBP.
“Siempre me he sentido agradecido y afortunado de haber sido elegido por Dios para abrir las puertas de la MLB para mis compatriotas, considerando que cientos con más talento que yo no habían tenido la oportunidad”.
El senador Héctor Acosta (El Torito/Merenguero/Bachatero) sometió un proyecto de ley para que el 23 de septiembre sea declarado día del pelotero dominicano, en honor al debut en Grandes Ligas de don Osvaldo Virgil.
“El beisbol simboliza para los jóvenes un sueño y esperanza de una mejor futuro con la oportunidad de convertirse en uno de los jugadores de beisbol prominentes del beisbol”, dijo el senador.
Luego el Senado de la República aprobó este miércoles en primera lectura el Proyecto de Ley que declara el 23 de septiembre como “Día Nacional del Pelotero”, en honor Osvaldo José Virgil desde el año 2021.
El proyecto fue propuesto también por el senador de la provincia Duarte, Franklin Romero.
Virgil ha sido objeto de múltiples reconocimientos y en su honor el Congreso Nacional declaró el 23 de septiembre como Día Nacional del Pelotero.
“Es un honor tener la oportunidad de reconocer a Osvaldo Virgil, un dominicano que sirve de ejemplo para todos nosotros en torno a la disciplina, el trabajo duro y la excelencia”, sostuvo el senador senador Ramón Pimentel de Montecristi.
Además, aprobaron el proyecto que designa con el nombre de “Estadio La Normal Osvaldo Virgil”, el Estadio La Normal, ubicado en Santo Domingo, Distrito Nacional, iniciativa del senador Franklin Romero.