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3-3
Satchel Paige obtuvo permiso para jugar con los Dragones de Ciudad Trujillo—en el contexto de un torneo celebrado en Denver, Colorado—a través de una serie de negociaciones lideradas por el Dr. José Enrique Aybar, delegado de Rafael Trujillo, dictador de República Dominicana en 1937.
Paige aceptó la oferta y se convirtió en agente informal de Trujillo: no solo firmó él, sino que también reclutó a compañeros de los Crawfords como Cool Papa Bell, Leroy Matlock, Sam Bankhead, Harry Williams, Herman Andrews.
Con su nuevo equipo, conocido como los Trujillo All‑Stars, patrocinados por el régimen, Paige viajó a Denver para participar en el Denver Post Tournament de 1937.
El equipo dominicano compitió con gran éxito, ganando la mayoría de los encuentros Luego, este equipo de los Dragones compitió también en el torneo de Denver como representantes dominicanos.
Mucho antes de que Coors Field fuera construido, Denver era el hogar de otro famoso campo de béisbol. Merchants Field vio a muchos de los jugadores legendarios del béisbol cuando visitaron Denver, incluyendo a Babe Ruth y Lou Gehrig. Se convirtió en el primer estadio de béisbol en las Montañas Rocosas en tener luces. En este lugar se construyó el Coorsfield.
Rafael Trujillo buscaba prestigio internacional y usó a Paige para reforzar al club dominicano tras la liga local de 1937.
El Denver Post Tournament de 1937 fue un prestigioso torneo de béisbol semiprofesional organizado anualmente por el periódico The Denver Post en Denver, Colorado.
Este evento, que se celebraba desde la década de 1910 hasta principios de los años 40, reunía a algunos de los mejores equipos independientes, Ligas Menores y conjuntos de jugadores afroamericanos, latinos y de las Ligas Negras, en una época en la que la segregación racial impedía que todos compitieran en ligas organizadas de Grandes Ligas.
El torneo era considerado una especie de mini “Serie Mundial del Oeste”
El evento se jugaba en el Merchants Park de Denver, y tenía un formato eliminatorio con premios en efectivo significativos para la época, lo que atraía talento de alto nivel.
El campeonato de ese año consolidó la reputación del torneo como uno de los pocos espacios donde jugadores blancos, negros y latinos podían competir en igualdad de condiciones, aunque de forma no oficial.
Fue el último vuelo del gran dragón del caribe en donde ganaron casi todos sus partidos excepto uno.
Paige ganó cuatro juegos durante el torneo. Ponchó a más de 30 bateadores combinados. Sus rectas y “hesitation pitches” fueron espectáculo para el público de Denver.
Los Dragones/Trujillo All-Stars ganaron el campeonato, superando a equipos como House of David, uno de los rivales más famosos.Paige fue elegido MVP del torneo, consolidando su fama de lanzador imbatible en cualquier liga.
Paige entró en el campeonato solo hacia el final, buscando el premio de 1 000 USD como lanzador ganador; en el juego final lanzó pelota de 14 ponches, dio tres bases por bolas y sus fildeadores cometieron cuatro errores en la derrota.
Fue reemplazado por Leroy Matlock, quien ganó el decisivo 11‑1 en siete innings y recibió el bono.
El premio global para el equipo ganador rondó los 5 200 USD, una suma muy considerable en plena Gran Depresión.
Los historiadores consideran que fue en Denver donde se sembró la integración del béisbol profesional, ya que equipos y aficionados blancos pudieron presenciar el talento de jugadores negros durante varios años seguidos
Cuando los periódicos no mencionaron a Trujillo, se refirieron al equipo como “Los Forajidos de Satchel Paige”, un apelativo que Sathcek Paige recibió con agrado.
“Si me preguntan cuál fue el evento más importante para el béisbol de color en 1937, diría que la conquista del campeonato de la República Dominicana por parte de los mejores jugadores de la liga”, dijo Paige, orgulloso e impenitente.
Ese otoño, la prensa internacional comenzó a informar sobre las atrocidades de Trujillo, y si bien parece improbable que Paige se mantuviera al tanto de los acontecimientos, también parece inevitable que tomara nota de las críticas dirigidas a Trujillo.
Entre las muertes de Trujillo y Aybar, Paige publicó sus memorias. Para entonces, intentaba definir su legado. El béisbol profesional se integró en 1947, y su protagonista no era Paige —ni, de hecho, ninguna de las legendarias estrellas del béisbol negro—, sino un segunda base de 28 años que había jugado solo cinco meses en las ligas negras.
Su nombre era Jackie Robinson, y como Paige comprendió de inmediato, era inmortal al instante.
“Yo fui quien empezó toda esa algarabía sobre dejarnos llegar a las Grandes Ligas”, dijo Paige en sus memorias, con cierto resentimiento. “Yo era el que todos decían que debía estar en las Grandes Ligas”.
Paige vio cómo Robinson rompía la barrera racial en la Liga Nacional y luego cómo un jardinero central llamado Larry Doby hizo lo mismo, 11 semanas después, en la Liga Americana.
La experiencia que dejaron los Dragones de Trujillo All Star fue un precedente histórico: fue uno de los primeros equipos totalmente integrado racialmente que jugó y ganó contra novenas blancas y mestizas en Norteamérica, antes de la integración oficial de MLB en 1947.
Tras su regreso a Ciudad Trujillo (Santo Domingo), a pesar del éxito en campo, el proyecto se desintegra rápidamente.
Trujillo, poco impresionado con el “rendimiento político” y posiblemente perturbado por el costo y la dinámica del equipo, desmantela el conjunto.
La estructura profesional del béisbol dominicano colapsa a tal grado que no se restablece una liga organizada en la República Dominicana hasta 1951

