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Por Tito Stevens
The Boston Globe
(Octubre 12, 2003, Publicada en español)
Yankees 4 – Medias Rojas 3
Pedro Martínez perdió el control ayer y los Medias Rojas sufrieron más que una derrota. No sólo perdieron, 4-3, contra los “odiados” Yankees de Nueva York, sino que fueron vencidos por el otro astro monticular de Boston, Roger Clemens, ante 34,209 parroquianos en el Parque Fenway.
en la parte alta de la cuarta entrada, lo que elevó el nivel de tensión entre los equipos a nuevas alturas.
Sin embargo, Martínez no comentó sobre lo que pasó en la parte baja, cuando su compueblano dominicano Manny Ramírez se enfureció con un lanzamiento alto, pero sobre el centro del plato, y tuvo palabras fuertes para Clemens.
En el conato de motín que surgió, el coach del banco de los Yankees, Don Zimmer, corrió hacia el dugout de los Medias Rojas donde, después de una confrontación con Pedro, se vio tirado en el terreno.
“Eso me enfureció”, dijo el dirigente de los Yankees, Joe Torre. “No vi cuando ocurrió, pero entonces vi a Zim tendido en el suelo y me contaron lo que pasó”.
Aunque Boston había tomado ventaja de dos carreras en la entrada inicial mediante sencillo dudoso de Johnny Damon, doblete de Todd Walker y sencillo de Ramírez luego que Nomar Garciaparra se ponchó, los Yankees ripostaron en el segundo con doblete contra el Monstruo Verde en el central del boricua Jorge Posada y, dos outs después, sencillo de García al derecho.
Nueva York empató en el tercero cuando Derek Jeter disparó sendo cuadrangular a la Calle Lansdowne.
En el fatídico cuarto episodio, Posada recibió el único boleto gratis que el Morenito de Manoguayabo otorgó.
Nick Johnson le siguió con sencillo al izquierdo y Hideki Matsui disparó un lineazo al derecho que picó una vez y se fue a las gradas para doble por regla de terreno.
El primer lanzamiento de Martínez para García le rozó el hombro derecho y luego le dio al bate y, aunque los Medias Rojas alegaron que fue foul, el árbitro principal, Tim McClelland, envió a García a la inicial. Martínez entonces indujo a su compatriota Alfonso Soriano a batear para la doble matanza.
Ramírez abrió la parte baja del cuarto, y estaba en conteo de 1-2 cuando Clemens hizo un lanzamiento alto. “Pero estaba sobre el plato.
No fue cerca de la cabeza. Si yo quisiera darle a Manny, pude haberlo hecho”, dijo el seis veces ganador del premio Cy Young. Sin embargo, Ramírez avanzó hacia el montículo, siendo agarrado por McClelland, y se formó el titingó.
Ambos dirigentes estuvieron de acuerdo después que McClelland, y los demás hombres en azul, hicieron una magnífica labor de controlar la situación y no sacar a nadie del juego.
“Esto era una batalla, y ahora es una guerra”, comentó Little después del juego, en alusión a los fanáticos y los jugadores.
Evidencia de esto fue que cuando iba a comenzar la parte baja del noveno, un empleado de los Red Sox se enfrascó a golpes con el relevista Yankee Jeff Nelson y el receptor del bullpen de Nueva York salió corriendo del mismo.
García, jugando el bosque derecho, entonces fue a socorrer a su compañero de equipo y sufrió un corte en la mano izquierda.
Martínez se fue a las duchas después de haber hecho 98 lanzamientos, de los cuales 53 fueron strikes, y haber ponchado a seis en siete entradas.

