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NEW YORK (MLB.com),-Nueve años después de que Jackie Robinson rompiera la barrera racial en las Grandes Ligas de Béisbol, la República Dominicana vio a uno de los suyos no solo hacer historia, sino poner a toda una nación en el camino de cambiar el panorama del béisbol para siempre.

El 23 de septiembre de 1956, Virgil hizo su debut con los New York Giants, convirtiéndose en el primer jugador dominicano nacido en República Dominicana en la historia de la Liga Americana/Liga Nacional.

Ahora, 68 años después, más de 900 jugadores de República Dominicana han vestido uniformes de las Grandes Ligas, la mayor cantidad de cualquier nación además de los Estados Unidos.

En el Día Inaugural de 2024, hubo 108 jugadores dominicanos de las Grandes Ligas, superando por mucho a otros países y territorios fuera del territorio continental de Estados Unidos.

Todo comenzó con Virgil ese día en el Polo Grounds, donde se fue de 4-0 contra los Phillies mientras jugaba en la tercera base.

“Significa mucho”, dijo el año pasado Juan Soto, estrella de los Yankees. “Fue el primer dominicano que llegó a las Grandes Ligas y abrió las puertas para muchos dominicanos, y no solo para los dominicanos, sino para todos los jugadores latinos”.

De hecho, para 1956, Cuba, Puerto Rico, Venezuela, México, Panamá e incluso Colombia tenían representación en las Grandes Ligas;

El colombiano Luis Miguel Castro, conocido como Lou Castro, fue el primer jugador latinoamericano en la MLB en 1902. Pero con el debut de Virgil, a quien pronto seguirían sus famosos compatriotas Juan Marichal y Felipe Rojas Alou (junto con sus hermanos Mateo y Jesús), se preparó el escenario para el impacto y la influencia que hemos llegado a conocer y esperar de la República Dominicana.

En una entrevista con el periodista deportivo e historiador dominicano Mario Emilio Guerrero para su biografía “Yo, Virgil, Mi Historia”, Virgil contó que recibió una llamada directamente del dueño de los Gigantes, Horace Stoneham, quien le informó que lo iban a convocar para los últimos días de la temporada de 1956, un debut que se retrasó un día debido a que el auto de Virgil estaba estacionado en el lado equivocado de su calle en Nueva York y fue remolcado.

“Las emociones fueron indescriptibles”, le dijo Virgil a Guerrero sobre sus primeros momentos en el campo de Polo Grounds como jugador de Grandes Ligas. “Lo que había soñado desde pequeño y por lo que tanto había trabajado desde que llegué a Nueva York en 1947, superando tantos obstáculos, era una realidad”.

Nacido en el pueblo de Monte Cristi, República Dominicana, en 1932, Virgil se mudó con su familia a Nueva York cuando era adolescente. Asistió a la escuela secundaria en el Bronx, sirvió en la Infantería de Marina de los Estados Unidos y luego fue firmado por los Gigantes en 1952, un año antes de su debut en las Ligas Menores.

“Ese 23 de septiembre siempre estará en mi memoria, porque ese día fui protagonista de un gran logro histórico, sin precedentes en el deporte dominicano”, dijo Virgil en su biografía antes mencionada.

Virgil jugaría dos partidos más para los Gigantes en 1956, yéndose de 8-5 con un doble, un triple, dos carreras anotadas y dos impulsadas en una doble cartelera de fin de temporada contra los Filis.

Virgil bateó .235 en 96 juegos para Nueva York en 1957, y un año después, el hombre apodado “Orégano” se convertiría en el primer jugador de color en jugar para los Tigres de Detroit.

Después de jugar en partes de nueve temporadas con los Gigantes, los Tigres, los Atléticos de Kansas City, los Orioles y los Piratas, Virgil se retiró en 1969.

Después de su carrera como jugador, Virgil fue entrenador durante mucho tiempo en las Grandes Ligas, primero para los Gigantes y luego, notablemente, bajo el mando del mánager miembro del Salón de la Fama, Dick Williams, para los Expos, los Padres y los Marineros.

Virgil también fue un exitoso capitán de la Liga de Invierno, ganando campeonatos en la República Dominicana y Venezuela.

Mientras Marichal y los hermanos Rojas y Alou fueron seguidos por oleadas posteriores de talento de la República Dominicana que dejaron su huella entre las líneas, una generación más joven también vio a Virgil impartir su conocimiento como instructor en el nivel de las Grandes Ligas, y esa visibilidad quizás alcanzó su punto máximo con los Padres de 1984 y su memorable carrera hacia la Serie Mundial.

“Sin duda, sus méritos son mayores, hasta el doble”, dijo el Comisionado de Béisbol de República Dominicana, Junior Noboa, quien es un veterano de ocho temporadas en Grandes Ligas, un veterano ejecutivo de los D-backs y un ex manager y GM de varios equipos de la Liga Invernal Dominicana.

“Recuerdo que cuando éramos jóvenes, verlo entrenar en Grandes Ligas también nos abrió puertas. Dijimos, ‘Wow, no solo tenemos la oportunidad de ser jugadores, sino que el talento dominicano también puede verse como entrenadores, managers’”.

Desde el debut de Virgil en 1956, República Dominicana ha producido cinco miembros del Salón de la Fama (Marichal, Pedro Martínez, Vladimir Guerrero Sr., Adrián Beltré y David Ortiz), y por supuesto Albert Pujols está en el horizonte para 2028. A eso hay que sumarle siete premios MVP, cuatro premios Cy Young y siete Novatos del Año.

Comenzó con poca fanfarria en 1956, pero el legado de Ozzie Virgil Sr., cuyo hijo, Ozzie Jr., fue dos veces All-Star en una carrera de 11 años en las Grandes Ligas como receptor con los Phillies, Braves y Blue Jays, sigue vivo en la República Dominicana y más allá.

“Me abrió puertas”, dijo Soto. “Se siente genial, se siente increíble. Pude conocerlo hace un par de años y fue simplemente genial”.

El pasado noviembre, las Águilas Cibaeñas –que ganaron un campeonato de la Liga Dominicana con Virgil al mando en 1971-72– se enfrentaron a los Tigres del Licey en la serie “Titanes del Caribe” en el Citi Field, un evento dedicado al legado de Virgil, que se jugó en el estadio donde fue nombrado entrenador honorario de los Mets en 2018.

Los dos equipos regresan este invierno, esta vez jugando tanto en el Yankee Stadium como en el Citi Field.

“Ese es un nombre que tiene mucho peso”, dijo Noboa sobre Virgil, quien también tiene el aeropuerto local en Monte Cristi nombrado en su honor. “Se abrieron todas las puertas por el debut de Osvaldo Virgil. Espero que nosotros, como dominicanos, podamos darle el valor y el reconocimiento que se merece”.

 

Por David Venn

Es parte del equipo editorial de LasMayores.com, la página oficial de MLB en español. Síguelo en Twitter @DavidVennMLB.