Your browser doesn’t support HTML5 audio

 

2 de 3

 

El 19 de agosto de 1982, Pascual Pérez obtuvo su licencia de conducir y alquiló un auto, decidido a hacer su primer viaje en solitario al Estadio Atlanta-Fulton County.

Se suponía que lanzaría esa noche. Sin embargo, en lugar de la Interestatal 85, tomó la I-285, un error que convirtió lo que debería haber sido un viaje de 15 minutos en una odisea de tres horas.

Dio vueltas a la ciudad repetidamente mientras los Bravos, temiendo que hubiera tenido un accidente, llamaban a varias agencias del orden público.

Pérez, sin cartera, se detuvo tres veces antes de recibir instrucciones más claras y gasolina de cortesía.

Temió por su trabajo cuando llegó cerca de la hora del partido y vio que Phil Niekro se relajaba para reemplazarlo, pero solo recibió una multa de $100.

Los Bravos habían perdido 19 de sus 21 encuentros anteriores, desperdiciando una ventaja de nueve juegos en la División Oeste de la Liga Nacional, pero ganaron esa noche y de nuevo la noche siguiente, cuando Pérez recibió una ovación de pie tras lanzar 9 2/3 entradas.

Las victorias iniciaron una racha de 13-2 que catapultó a Atlanta de nuevo al primer lugar. “Fue Pascual Pérez el que se perdió”, dijo el mánager Joe Torre. “Eso hizo reír y relajar a los jugadores. Y eso nos dio la vuelta”

Atlanta aseguró la división en el último día de la temporada regular, y Pérez consiguió cuatro de las últimas 11 victorias del equipo.

Abrió y perdió el primer juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en San Luis, y lanzó bien como relevista en el tercer juego, pero los Bravos fueron barridos por los Cardenales.

Ese invierno, Pérez tuvo marca de 9-3 (2.23) para las Águilas, repitiendo como el Lanzador del Año de la Liga Dominicana.

En un artículo titulado “The night Pascual Pérez got lost — and found a spot in Braves history”, publicado el 28 de marzo de 2020, el periodista Tim Tucker rememora cómo, el 19 de agosto de 1982, múltiples señales de alarma surgieron en la cabina de prensa del estadio cuando Pérez no apareció para su turno inicial, mientras Phil Niekro se preparaba en su lugar.

El artículo contextualiza que la confusión resonó en la ciudad, pues incluso entonces los atlanteños pasaban demasiado tiempo en la I-285 (la “Perimeter”), y verla vinculada con un pitcher perdido parecía algo muy “Braves-like”

Cuando el equipo atravesaba una racha terrible (19 derrotas en 21 juegos), aquel episodio marcó un punto de inflexión: empezaron a ganar seis partidos seguidos y 13 de los siguientes 15.

Según el manager Joe Torre, fue “Pascual Pérez perdiéndose” lo que “ligeró el ánimo, hizo que los jugadores se rieran y se relajaran. Y eso nos hizo volver a encaminar”

El artículo también detalla cómo Pérez se ganó apodos como “Perimeter Pérez”, “Perimeter Pascual” o simplemente “I-285”. Adoptó el sobrenombre con orgullo: vestía una chaqueta de calentamiento con “I-285” impreso en la espalda.

Además, el reportaje ofrece una anécdota posterior: al día siguiente, 20 de agosto de 1982, Pérez llegó a tiempo gracias a que utilizó un mapa, evitando nuevamente la I-285 y tomando la I-85, completando el trayecto en apenas 15 minutos — “Sé cómo llegar ahora”, dijo a los periodistas tras esa salida.

The Atlanta Constitution dedicó varias crónicas al suceso, destacando tres artículos clave con las siguientes fechas y títulos:

20 de agosto de 1982: “And Starting for the Braves… Hey, Where is Pérez?” — Publicado en la portada del periódico (1A), precisamente al día siguiente del incidente

21 de agosto de 1982: “Pérez, Braves on Road Back” — Otro artículo en primera página, que cubría la recuperación del equipo tras el incidente

29 de agosto de 1982: “Pérez Turned Braves Around on I-285” — Un análisis más reflexivo sobre cómo lo sucedido con Pérez terminó revitalizando la moral del equipo

Estos titulares capturan perfectamente el arco de la historia: desde la sorpresa inicial por su ausencia, pasando por la respuesta del equipo, hasta un giro positivo que lo convirtió en un momento legendario para los Bravos.

 

.