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El 31 de mayo de 1964, el partido de Juan Marichal con los Gigantes contra los Mets en Shea Stadium se transmitió a Santo Domingo, República Dominicana, según informó el New York Times.
Esto formó parte de un importante evento jugando la doble cartelera más larga en la historia de las Grandes Ligas.
A la 1:05 de la tarde una multitud de 57,037 personas —la más numerosa de las Grandes Ligas esa temporada— se instaló para lo que se convertiría en el día más largo en la historia del béisbol. Para las 11:28 p. m., la multitud se había reducido a unas 8,000.
Según el matutino neoyorquino, reseñó que, dada la importancia del juego y el creciente interés por el béisbol en Latinoamérica, es plausible que la transmisión a Santo Domingo formara parte de los esfuerzos para conectar a la afición dominicana con los partidos de las Grandes Ligas.
“Si bien no se dispone de detalles específicos sobre la transmisión, la relevancia del evento sugiere que tuvo una amplia cobertura y fue accesible para la afición dominicana” comentó el rotativo
Juan Marichal fue a lo largo de las nueve entradas en el juego que los Gigantes vencieron a los Mets 5-3 en el primer partido de una doble jornada frente a 57.037 fanáticos en el Shea Stadium ese domingo.
Fue el primer juego transmitido por radio “en vivo y directo” desde el recién inaugurado Shea Stadium de la ciudad de New York para la Republica Dominicana.
“Por suerte, después de transmitir el juego de Marichal no teníamos que transmitir el juego siguiente porque ya habíamos completado la serie de tres juegos que era nuestro compromiso. Transmitir ese segundo juego nos hubiera costado una fortuna” comentó Ellis.
Elis Pérez fue el productor, dueño y autor de la idea junto a Billy Berroa en la narración y Tomas Troncoso en los comentarios tras de Radio Universal 560 AM.
Solo transmitieron el primer juego, de la noble cartelera en la que Jesús Alou jugó las 23 entradas.
Los juegos de los Mets eran transmitidos a color por WOR-TV (Canal 9) en televisión y por WABC 770 AM en radio.
WOR-TV (Canal 9), que televisaba los partidos de los Mets, envió un equipo de relevo parcial a las 6 p. m. El equipo original de 14 hombres comenzó a trabajar a las 9 a. m.
Trabajaban una jornada de ocho horas, con una hora para almorzar. A las 6 p. m., siete hombres fueron al estadio para relevarlos.
Los miembros del equipo que se quedaron recibieron el pago por horas extras.
Chuck Pulin, del equipo de producción de la emisora de radio WHN, dijo haber recibido alrededor de una docena de llamadas de personas preguntando si era cierto que el juego había llegado tan lejos.
Hacia el final del segundo juego, estallaron peleas a puñetazos en zonas aisladas del estadio casi vacío. También se sentía el hambre. Un concesionario en las gradas del jardín derecho se quedó sin perritos calientes, así que repartió los panes gratis.
Mientras subían los ánimos, la temperatura bajaba. El termómetro, que había llegado a los 15 °C a media tarde, bajó más de 5 °C al anochecer.
Cuando se encendieron las luces a las 6:30, se vio a muchas mujeres con las chaquetas de sus acompañantes para protegerse del frío. El costo de la iluminación, por cierto, superó los 3000 dólares.
Cuando los Mets entraron al campo a la 1:05, se sentía la lluvia. Poco después, sin embargo, salió el sol.
Hubo algunos beneficios adicionales en este largo encuentro. La cerveza Rheingold, los cigarrillos Viceroy y el New York Herald Tribune tuvieron más comerciales al aire de lo que esperaban, con un pequeño cargo adicional.
El segundo partido se extendió a un maratón de 23 entradas, con una duración de 7 horas y 23 minutos, antes de que los Gigantes se alzaran con la victoria por 8-6.
Al final del día, los aficionados de los Mets se quedaron con un grato recuerdo: habían visto a los neoyorquinos ejecutar un triple play. Ocurrió en la entrada 14.
“En ese año 1964, continuamos transmitiendo por recreación un juego diario con la garantía de que siempre habría un pelotero dominicano participando”
La cobertura de radio en vivo para Santo Domingo permitió a los aficionados dominicanos seguir de cerca las actuaciones de sus compatriotas en las Grandes Ligas.
Esta iniciativa fortaleció el vínculo entre la comunidad dominicana y el béisbol profesional estadounidense, estableciendo una tradición que continúa hasta el día de hoy.
” Igualmente, cada mes viajamos para una serie de tres juegos por lo menos a los diferentes estadios de la costa Este a dónde venían los Gigantes de San Francisco con Juan Marichal y los hermanos Mateo y Jesús Alou” declaró Pérez.
En 1964, no había transmisiones directas vía satélite ni internet. Recibían actualizaciones en tiempo real (jugadas, outs, carreras) enviadas desde las oficinas centrales en Estados Unidos.
En los 60s, las transmisiones dependían mucho de información escrita o llamadas telefónicas para recrear los juegos.
Luego, con la llegada de la tecnología satelital en los 70s y 80s, la transmisión en vivo en tiempo real se volvió una realidad, eliminando gran parte de la incertidumbre.
Esto incluía sonidos de fondo, descripciones detalladas, análisis y hasta efectos para darle realismo a la transmisión.
El narrador Billy Berroa “pintaba” el juego con palabras para que los oyentes pudieran imaginar cada lanzamiento, batazo y jugada.
Berroa era conocido por su entusiasmo contagioso, capacidad para describir jugadas con gran detalle y su profundo conocimiento del juego. Su narración era tan vívida que muchos oyentes sentían estar en el estadio.
Tomás Troncoso, comentarista de la transmisión, con su trabajo contribuyó a que las transmisiones deportivas en la República Dominicana ganaran prestigio y fidelidad de la audiencia, sentando las bases para la radiodifusión deportiva moderna en el país.
Shea Stadium scoreboard from May 31, 1964. Check out center-top screen: projected photos. Bonus: Longines! #Mets pic.twitter.com/dp232jaLf9
— Old Ballparks (@OldBallparks) July 28, 2014
Ellis Pérez fue pieza clave en esta iniciativa, coordinando al equipo de narradores y asegurando que la información llegara correctamente a la audiencia dominicana.
Ahora bien, la primera transmisión de un juego de Grandes Ligas por una cadena nacional se produjo el viernes 19 de abril de 1963, en un juego donde Juan Marichal (1-1, 3.94) ganó frente a los Cachorros de Chicago
Marichal ponchó a ocho con seis hits, una carrera limpia y tres boletos.
Ese juego marcó el inicio de la utilización del novedoso sistema de teletipos que traía la información detallada de los partidos para ser recreados de forma magistral como si se realizara desde el mismo estadio.
El personal pionero que inició las transmisiones estuvo compuesto por Billy Berroa en la narración, Max Álvarez como comentarista y Osvaldo Cepeda y Cepeda locutor comercial.
En aquellos días, la transmisión radial era todo un arte: había que mantener la atención con limitados recursos técnicos y en caso de errores o fallas de la información improvisaban para mantener la emoción y fidelidad del juego.
Ya para las siguientes décadas se mejoraron las tecnologías de transmisión, incluyendo transmisiones vía satélite, permitiendo llegar en vivo casi sin retrasos.

