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Puede que los Yankees se hayan ido a dormir tranquilamente, pero los Blue Jays no. Tras asegurar su pase a la Serie de Campeonato de la Liga Americana con una victoria 5-2 en el cuarto juego ante Nueva York, la fiesta en el vestuario visitante del Yankee Stadium del Bronx
En medio del júbilo y las duchas de cerveza, Vladimir Guerrero Jr. no perdió la oportunidad de enviar un mensaje directo. “¡Los Yankees pierden!”, exclamó el toletero dominicano ante las cámaras de Fox, desatando carcajadas y vítores entre sus compañeros. Su frase recordó de inmediato al legendario David Ortiz, quien se rió al escucharlo desde el set de transmisión.
El comentario no cayó con la misma gracia entre las figuras de los Yankees presentes en el panel de FS1. Derek Jeter y Alex Rodríguez mostraron expresiones serias mientras escuchaban las palabras de Guerrero, quien fue, una vez más, el verdugo del equipo neoyorquino durante toda la serie.
Y no fue para menos. Guerrero Jr. bateó para un impresionante .529 (de 17-9) con tres jonrones, nueve carreras impulsadas y un OPS de 1.609, castigando sin piedad a los lanzadores de Nueva York. Su ofensiva fue determinante para que Toronto ganara la serie 3-1 y avanzara a la antesala de la Serie Mundial.
El propio Guerrero ha sido una pesadilla constante para los Yankees en las últimas temporadas, y esta serie solo reafirmó su dominio. Su energía, carisma y sentido del espectáculo encendieron tanto al público como a sus compañeros, quienes lo acompañaron en una celebración desbordante.
El mánager de los Blue Jays, John Schneider, también puso su toque de picardía. “¡Empiecen a difundir la noticia, perras!”, gritó en medio de la algarabía, mientras sus jugadores cantaban y bailaban al ritmo de “New York, New York”, la emblemática canción de Frank Sinatra.
Curiosamente, los Yankees dejaron de reproducir ese tema tras sus derrotas, una tradición que había comenzado en 1980. Pero esta vez, los Blue Jays se encargaron de revivirla en tono de burla, convirtiendo el vestuario visitante en una fiesta de champán, cerveza y satisfacción.
Con su clasificación asegurada, Toronto avanza inspirado y con un mensaje claro: los Blue Jays están de regreso entre los grandes. Y, como dejó saber Guerrero, lo hicieron a costa de su rival más antiguo y ruidoso.

