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Julio Rodríguez #44 de los Marineros de Seattle habla con la prensa tras el segundo partido de la Serie Divisional de la Liga Americana, presentado por Booking.com, entre los Tigres de Detroit y los Marineros de Seattle en el T-Mobile Park el domingo 5 de octubre de 2025 en Seattle, Washington. (Foto de Rob Leiter/MLB Photos vía Getty Images)

Julio Rodríguez (Escogido), fue el alma de los Marineros de Seattle en una noche que quedará grabada en la memoria de los fanáticos.

El conjunto de la costa oeste respondió con fuerza para igualar la Serie Divisional de la Liga Americana, con una actuación que encendió el T-Mobile Park, escenario que no vivía una victoria de postemporada desde 2001.

“Este tiene que ser el número uno”, dijo Rodríguez, emocionado tras el encuentro. “Hacía tiempo que no teníamos un momento como este, así que lograr una victoria esta noche como equipo fue realmente especial para mí. El solo hecho de ver a la afición y cómo se pusieron en marcha fue muy especial. Siempre guardaré ese recuerdo en mi corazón”.

El jardinero dominicano volvió a brillar en los momentos grandes, demostrando su liderazgo y confianza dentro del terreno. Antes de la remontada final encabezada por Cal Raleigh y Rodríguez, el veterano Jorge Polanco había encendido la chispa ofensiva con dos jonrones solitarios ante Tarik Skubal, que mantuvieron a los Marineros en pelea.

Seattle mostró una mentalidad combativa de principio a fin, una respuesta contundente tras la dura derrota del primer juego. “No es difícil”, explicó Rodríguez.

“Siento que vamos a ganar, ¿sabes? Y no importa lo que haya pasado realmente: si se adelantan o algo así, empatan. Sabemos cuál es el objetivo del partido, y no hay tiempo para lamentarse. Simplemente hay que vivir el momento”.

Los fanáticos locales hicieron sentir su apoyo desde la primera entrada, con una energía que recordó los mejores años de la franquicia. “Conozco a estos fanáticos que han estado esperando un tiempo y definitivamente gritan mucho por ellos. Para ellos es muy especial. Sabemos que el trabajo no ha terminado; tenemos que ir a Detroit”, expresó el jardinero.

El mánager Dan Wilson elogió la manera en que su equipo respondió a la adversidad. “Este fue un juego de recuperación para nosotros, y lo hicieron”, declaró el dirigente, destacando el esfuerzo colectivo tanto en el pitcheo como en la defensa.

Con la serie ahora empatada, los Marineros viajan a Detroit con el ánimo en alto y la sensación de haber recuperado el impulso necesario para competir de tú a tú. La confianza en el clubhouse es evidente, y Rodríguez vuelve a situarse como el motor emocional del grupo.

“Lo más importante es responder como equipo”, concluyó el dominicano. “Sentí que Cal lo encendió desde el principio, y me alegró mucho poder seguir así. Este tipo de victorias son las que te hacen creer aún más en lo que somos capaces de lograr”.